El adelgazamiento de las subcapas plexiformes internas puede ayudar a diferenciar los ojos glaucomatosos de los sanos.
Una subcapa de la capa plexiforme interna (IPL) es prometedora como un biomarcador potencial para ayudar a la detección de cambios glaucomatosos tempranos, según el Dr. Zeinab Rozita Ghassabi, investigador postdoctoral, y el Dr. Joel Schuman. Ambos tienen su sede en el Departamento de Oftalmología, Universidad de Nueva York Langone Health, Nueva York, Estados Unidos.
El Dr. Ghassabi dijo que los estudios en animales han determinado que los cambios glaucomatosos comienzan en las dendritas y luego se desarrollan en las células ganglionares y los axones. La tomografía de coherencia óptica en luz visible (vis-OCT) ha sido especialmente valiosa en esta investigación porque la tecnología permite visualizar múltiples subcapas de la IPL más fácilmente.
«Vis-OCT tiene una resolución axial más alta en comparación con la OCT convencional», explicó.
Los sistemas convencionales se limitan a resoluciones axiales de aproximadamente 3-4 μm, en contraste con vis-OCT con una resolución axial in vivo de aproximadamente 1,8 μm en el aire y 1,3 μm en el ojo.
Ghassabi y sus colegas probaron el potencial de las subcapas de IPL como biomarcadores de glaucoma utilizando vis-OCT en comparación con biomarcadores convencionales como la capa de fibra nerviosa de la retina (RNFL) y la capa de células ganglionares. Utilizaron un prototipo de instrumento, el sistema Aurora X1 vis-OCT (Opticent), que utilizó un protocolo de escaneo ráster tridimensional reducido en motas centrado en la fóvea superior. La población del estudio comprendió nueve sujetos sanos y seis pacientes con glaucoma.
Resultados del estudio de biomarcadores de glaucoma
Los sujetos sanos (que tenían una edad promedio de 47 años) y los pacientes con glaucoma (edad promedio: 63 años) tenían espesores RNFL respectivos de 96,43 y 64,6 μm, que difirieron significativamente (P = 0,002). Los respectivos valores de desviación media fueron de –1,55 y –19,4 decibelios, diferencia que también alcanzó significación (P = 0,002, test de Wilcoxon).
Vis-OCT mostró que la IPL tiene tres subcapas. En los sujetos sanos y en los que tenían glaucoma, los valores totales de IPL fueron de 39,44 y 35,5 μm (P = 0,002, regresión lineal ajustada por edad), respectivamente.
El Dr. Ghassabi señaló que el grosor de la subcapa 1 no difería entre los dos grupos. El grosor de las subcapas 2 y 3, sin embargo, difirió significativamente. Con la subcapa 2, los valores fueron de 17,17 frente a 14,36 μm, respectivamente (P = 0,003, regresión lineal ajustada por edad); y con la subcapa 3, los espesores fueron de 11,29 versus 10,29 μm (P = 0,045, regresión lineal ajustada por edad).
El análisis mostró una fuerte correlación entre el espesor de la subcapa 2 y la desviación media. «La IPL es una capa de sinapsis entre las células ganglionares bipolares, amacrinas y retinianas y se puede dividir en subláminas dentro y fuera y cinco estratos», dijo el Dr. Ghassabi. «Las cinco capas que eran visibles en las imágenes vis-OCT se correlacionaron con cinco estratos morfológicos: S1 a S5».
Los pacientes con glaucoma tenían enfermedad moderada y avanzada. El adelgazamiento de la subcapa 2 que se observó se asoció con una disminución en la distancia entre las subcapas 2 y 4 en los pacientes con glaucoma. Este adelgazamiento no se observó en los sujetos sanos.
«Este hallazgo corroboró la hipótesis de que las células ganglionares de la retina con dendritas estratificadas en las subláminas pueden estar dañadas», comentó el Dr. Ghassabi. Según los investigadores, la subcapa 2 de IPL parece tener un alto potencial como biomarcador clínico de glaucoma. Sin embargo, se necesita un análisis futuro del glaucoma en etapa temprana en un estudio más amplio».