Cuando un paciente indica que tiene antecedentes familiares médicos de Diabetes, debemos indagar más, preguntando si ese familiar se inyecta insulina, o la edad a la que apareció. La diabetes tipo I aparece típicamente en la infancia o adolescencia, y los pacientes siempre han de inyectarse insulina a diario. La diabetes tipo II comienza sobre todo entre los 45 y 60 años de edad. Pero si no sabemos el tipo de diabetes en un adulto mayor de 40 años, asumimos que será tipo II ya que el 90% de los diabéticos mayores de 40 años son de ese tipo.
La diabetes tiene un fuerte componente hereditario, sobre todo la tipo II. Por ejemplo, si ambos padres tienen diabetes tipo II, los hijos tienen un 75% de probabilidades de ser diabéticos. Varias razas asiáticas tienen también una prevalencia mucho mayor de diabetes.
La diabetes tipo II suele ir asociada a obesidad y sobrepeso. Una pérdida de peso suele producir una gran mejoría en la enfermedad. Y el 30% de las mujeres que tuvieron diabetes gestacional desarrollan diabetes tipo II más adelante.
En Estados Unidos, más de la cuarta parte de la población mayor de 65 tiene diabetes; en Reino unido calculan que es uno de cada 5 a los 85 años. En España los estudios indican que en torno a 400.000 personas se hacen diabéticos cada año, pero en torno a la mitad de los diabéticos tipo II (el 40% y el 60 % ) no están diagnosticados, porque tienen síntomas leves y no acuden al médico.
Pero todas estas personas necesitan gafas para cerca. Por eso no es raro detectar la diabetes en un examen visual rutinario, al encontrar indicios de retinopatía diabética en el fondo de ojo (aneurismas, hemorragias, exudados…). Y por eso es importante averiguar los factores de riesgo en nuestros pacientes mayores de 40 años en la anamnesis, que son, entre otros:
– Familiares cercanos con diabetes
– Obesidad
– Raza
– Diabetes gestacional previa.
Datos obtenidos de Optonet, Curso de Triaje en Optometría, muchísimas gracias a Teresa Matilla y Guillermo Bueno
