Visión y deporte

En la mayoría de los deportes, la visión tiene una gran implicación. En la actualidad se puede mejorar el rendimiento deportivo mediante un estudio selectivo de las funciones visuales y establecer un plan de ejercicios específicos para cada deporte y, para aquellos que utilizáis lentillas, hay novedades que ofrecen mejores resultados y con mayor seguridad para la práctica de vuestro deporte preferido.

Cada deporte tiene unas implicaciones diferentes sobre el sistema visual. Tenemos ejemplos de todo tipo, en deportes como el esquí, es fundamental la protección de los ojos frente a las radiaciones ultravioleta y en otros como el tenis o el squash, la velocidad de la pelota obliga a tener unos reflejos visuales muy buenos para poder ajustar el movimiento al impactar la bola.Todos los que practicáis algún deporte, deberíais realizar un estudio previo de vusestras condiciones visuales. Con la visita del optometrista, se pondrá de manifiesto la ausencia de anomalías oculares o, si hubiera alguna anomalía, se debe determinar qué deportes se pueden realizar y con qué frecuencia e intensidad. De la misma forma, aquellas personas que han sido intervenidas quirúrgicamente y están bien, como tras una cirugía de cataratas o de miopía, deben consultar con un optometrista experto en deporte, para determinar qué pueden y qué no pueden hacer y, muy especialmente, marcar una pauta de revisiones para asegurarse de que no aparece ninguna complicación que pudiera afectar a la visión.

Una vez conocemos el estado de salud de nuestros ojos, estamos en condiciones de estudiar nuestro sistema visual. La visión es algo mucho más compleja que el estado de nuestros ojos. Recordemos que la visión es un proceso de captación de señales luminosas del exterior por parte del ojo, que deben llegar al cerebro, a través de la vía óptica, donde se procesan, se reconstruye el mundo exterior, se toma consciencia de esa información y se elabora un plan de acción motor, por ejemplo mover un brazo para alcanzar una pelota. El sistema visual no es algo pasivo, como un telescopio, está organizado para actuar. Actualmente sabemos que el 80% del cerebro está implicado en funciones visuales.

En el caso de los deportes ocurre algo parecido. Si estamos jugando a tenis y estamos preparados para devolver un saque, nuestro cerebro establece un plan de acción, aunque sea de forma inconsciente: primero intenta decidir el tipo de saque que nos harán, hacia qué lado irá la pelota y a qué velocidad, para establecer un movimiento del cuerpo y el brazo que vaya a situarse en el lugar y el momento adecuado para encontrar la pelota e impactarla con la raqueta correctamente.

Los jugadores profesionales saben de la importancia de este proceso, ya que la pelota puede ir a más de 200 Km/h de forma que llega en 200 o 300 milisegundos, casi sin tiempo de verla ni de reaccionar para devolverla. Los ojos recogen información que transmiten al cerebro, posición del que saca, empuñadura de la raqueta, etc, de forma que pueden intuir hacia donde irá la pelota y qué tipo de movimiento y velocidad alcanzará así, una vez se inicie el saque, solo tendrá tiempo de ir hacia una posición donde intuye que llegara la pelota, no hay tiempo para más, no se puede seguir la trayectoria de la pelota, es demasiado rápida para el sistema visual, el jugador no mira la pelota como avanza, solo tiene tiempo de buscarla en los metros próximos al punto que cree que se encontrará tras el saque, 3 o 4 metros delante de él, instante en que puede fijarla con la vista y ajustar el movimiento del brazo para impactar correctamente con la raqueta.

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